Me dijeron eso:
si de verdad la amas
dejala volar.
Lo hice y alenté ese vuelo
amándola en silencio
dejando ese vuelo libre,
deseándola tanto...
Proyecté una espera
creando un nido propicio
para cuando sea...
el aterrizaje.
Nos imaginé cómplices,
de cada acto
a la distancia.
Me dijeron eso:
si de verdad te ama
sola ha de volver.
Pero no volvió,
tantos días y noches
extrañando su presencia,
amándola tan suave.
Cómplice de nadie entonces,
esperar en vano.
Está buena la traición
porque tiene filo de navaja
y corta en un instante
el velo de la ilusión.n-
8/3/14